Un destacamento de ocho Eurofighter del Ala 11 del Ejército del Aire y del Espacio español completó un despliegue en Estonia desde agosto hasta finales de noviembre de 2023. Su labor incluyó patrullas combinadas con sus homólogos alemanes, acumulando más de 800 horas de vuelo en misión de policía aérea.

 

Son las 13:20 de un martes en la base aérea de Ämari, al oeste de Estonia, a sólo 250 km de la frontera rusa. En menos de 10 minutos, dos pilotos de Eurofighter, uno español y otro alemán, participarán en un Tango Scramble, un ejercicio de entrenamiento diseñado para simular una misión de interceptación real.

En ese preciso momento, una alarma resuena en la base. Es un Alpha Scramble. Una alerta real. 

A partir de ese momento, el entrenamiento y la teoría se convierten en operaciones de la vida real. 

"El objetivo de la Policía Aérea del Báltico es básicamente evitar cualquier posible violación del espacio aéreo aliado. Cuando tenemos un Alpha Scramble, tenemos 15 minutos para estar en el aire. Te vistes, enciendes los motores y despegas rápidamente", cuenta el teniente Carlos Sánchez, piloto español de Eurofighter del Ala 11 de la Base Aérea de Morón, desplegado temporalmente en Ämari.

En esos breves momentos de preparación, la adrenalina se apodera del personal de tierra y de los pilotos que están a punto de volar.

"Después del despegue, la situación se relaja un poco, porque una vez que has puesto en marcha el avión, estás más en tus patrones habituales. [...] Empezamos la interceptación del avión, recibimos todas las instrucciones del ATC [Control de Tráfico Aéreo] y de la unidad de control en tierra. Ellos nos guían hasta la aeronave que vamos a interceptar", explica el piloto del Eurofighter de la Fuerza Aérea alemana*.

Un Eurofighter español realiza un despegue de emergencia Scramble. 

 

¡Alpha Scramble! Un avión Ilyushin Il-20 ha sido interceptado

El Control de Tráfico Aéreo proporciona a los pilotos información vital para que sepan exactamente a quién y dónde interceptar. El teniente Sánchez explica que durante un Alpha Scramble "se hace un 'tally' con la aeronave no identificada, lo que significa que los pilotos la identifican visualmente, y luego describen el tipo de aeronave, su color, etcétera". "Hay una cadena de mando entre el piloto y el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN, donde se toman diferentes decisiones en función del comportamiento de esta aeronave", añade.

En este caso, un avión ruso de reconocimiento electrónico Ilyushin Il-20 ha salido de Kaliningrado, enclave situado entre Lituania y Polonia, sin transpondedor ni plan de vuelo, lo que supone una posible amenaza.

Los Eurofighter en Servicio de Alarma Programado [Quick Reaction Alert (QRA), por sus siglas en inglés] españoles y alemanes lo interceptaron y escoltaron fuera del espacio aéreo de la Alianza, demostrando la estrecha cooperación e integración entre ambos. "Tenemos que defender los cielos de los aliados que carecen de esa capacidad", afirma el teniente Sánchez.

Piloto español de un Eurofighter en Servicio de Alarma Programado sube al avión para un Tango Scramble.

 

La formación del piloto de un Eurofighter en estado de alerta

El entrenamiento de un piloto de Eurofighter es duro y complejo. Por un lado, la parte fisiológica, que incluye someterse a la centrífuga humana que reproduce las  aceleraciones más exigentes que experimenta un piloto en vuelo, así como encuentros médicos y muchas horas en el gimnasio para mantenerse en buena forma. Por otro lado, la formación.

"La vida de un piloto de caza es un aprendizaje constante. Siempre hay sistemas de defensa nuevos, radares mejorados y, si no, tienes que recordar cosas que hace tiempo que no estudias", dice Sánchez.

"También pasamos muchas horas en el simulador. Antes de venir aquí, ya habíamos volado muchas misiones en el espacio aéreo del Báltico. Podemos desarrollar escenarios y luego, cuando llegamos aquí, ya estás familiarizado con ellos".

Eurofighter españoles y alemanes en la línea de vuelo de la Base Aérea de Ämari.

 

Operaciones combinadas de reacción rápida

Tras la crisis de Ucrania y la anexión ilegal de Crimea en noviembre de 2013, la OTAN reforzó su frontera oriental con despliegues de tropas en los años posteriores. Tras la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, la Alianza también respondió incrementando el número de fuerzas militares, con España aportando contribuciones adicionales de medios aéreos, terrestres y navales, especialmente en el flanco oriental.

El 1 de agosto de 2023, el Destacamento Ámbar del Ala 11 del Ejército del Aire y del Espacio español tomó el relevo del Reino Unido como nación líder para la defensa y disuasión del flanco oriental con 8 Eurofighter, 1 A400M y 130 militares.

En 2022, también se desplegaron en Estonia 4 Eurofighter y 130 militares del Ejército del Aire y del Espacio Español. Fue la primera vez que los Eurofighter QRA españoles se configuraban con armamento de otra nación aliada, en este caso Alemania.

Como resultado de este trabajo conjunto y de la interoperabilidad de la flota de Eurofighter se redujo la huella logística, con "un 65% menos de volumen de material desplegado del que hubiera sido necesario para este tipo de operaciones", según el Estado Mayor de la Defensa español (EMAD). Del mismo modo, la capacidad conjunta del Eurofighter fue "el doble" que si las dos naciones hubieran trabajado por separado con los mismos recursos.

Técnicos alemanes y españoles realizan tareas de mantenimiento en un Eurofighter español.

 

Juntos, más fuertes 

Esta exitosa experiencia de 2022, destinada a mejorar la respuesta ante cualquier posible amenaza en el espacio aéreo de la Alianza, se repitió en noviembre de 2023 con ocho Eurofighter españoles y cuatro alemanes.

"Es una gran oportunidad para que ambas Fuerzas Aéreas se conozcan, sepan cómo funcionan y los diferentes equipos de apoyo en tierra con los que cuentan", señala el teniente Herrador, oficial de mantenimiento del Ala 11 del Ejército del Aire y del Espacio.

Durante 10 días, tripulaciones españolas del Ala 11 y alemanas del Ala Táctica 71 Richthofen actuaron como un único escuadrón, completando 15 vuelos juntos compartiendo tareas de mantenimiento, así como tácticas, técnicas y procedimientos de vuelo.

"Los pilotos, los mecánicos, todos trabajamos juntos. Compartimos piezas de recambio cuando tenemos problemas con nuestros cazas, por supuesto compartimos muchas experiencias [...] y nos divertimos mucho aquí", añade el piloto alemán.

No cabe duda: Cuando se trata de proteger el espacio aéreo del Báltico, los Aliados son "más fuertes juntos".

 

 

*Se ha omitido el nombre del piloto alemán del Eurofighter por motivos de seguridad.

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