Aire25 celebra 40 años de la Patrulla Águila y el legado del Airbus C-101 ‘Culopollo’
Tras 40 años impulsando las acrobacias de la Patrulla Águila, el viaje del C-101 llega a su fin en la exhibición Aire25. Uno de sus pilotos nos ayuda a entender el significado emocional de un avión icónico, reconocible por generaciones de españoles.
“El C-101 es mucho más que un avión. A excepción de las últimas dos promociones, todos los pilotos del Ejército del Aire hemos aprendido a volar en esta aeronave y ha sido la identidad de la Patrulla Águila durante cuatro décadas. Se cierra una etapa muy especial”.
El teniente Óscar Sanz es uno de los más de un millar de pilotos militares formados en el CASA/Airbus C-101. Sanz y sus compañeros de la Patrulla Águila volarán por última vez el avión durante la demostración aérea en el festival Aire25, en la base de San Javier de Murcia, los días 14 y 15 de junio de 2025. Junto a los vuelos de aviones de combate como el Eurofighter, Aire 25 marcará un hito en los anales de la aviación española con la despedida del C-101.
El todo es más importante que la suma de las partes
El C-101 se ‘jubila’ con 285.000 horas de vuelo de entrenamiento y más de 500 demostraciones en sus alas. Sanz recuerda sus primeros pasos en la Patrulla Águila: “Como pilotos de caza, todos tenemos experiencia en volar en formación cerrada, pero al principio no crees que lo vayas a conseguir. A mí lo que más me costó es el tonel [una rotación completa de 360 grados en el eje longitudinal del avión]. Lo repites una y otra vez… ¡hasta que lo conseguí quizá a los 300 intentos!”.
La envolvente de vuelo del C-101 es lo suficientemente amplia como para permitir la realización de una completa tabla acrobática, al mismo tiempo que dispone de un amplio margen de velocidades. “El C-101 tiene un motor más limitado que el de aviones de otras patrullas acrobáticas europeas, pero la falta de motor la suple con el hecho de que parece un avión nacido para enseñarte a volar y perfecto para hacerlo en formación: nosotros los pilotos decimos que es un avión muy noble”, destaca Sanz.
Heredera directa de la Patrulla Ascua, una formación anterior con aviones F-86 Sabre, la Patrulla Águila se formó en 1985, radicada en la base aérea de San Javier, Murcia.
“Sea el avión que sea, hacer una exhibición aérea siempre entraña cierto peligro: vuelas a baja cota, en formaciones cerradas con aeronaves muy próximas… Pero lo llevamos todo muy preparado y la confianza entre nosotros es total. Al acabar de volar siempre nos fundimos en un abrazo. Nos llamamos ‘Equipo’. Nos ayudamos y nos criticamos en lo que necesitamos. Somos amigos en vuelo y en tierra”. Óscar Sanz
La Patrulla Águila (izquierda). Desde primera fila, y de izda a dcha: Cte. Martín (Águila 0, jefe); Tte Sanz (Águila 2, punto dcho); Cte. Abad (Águila 1, líder); Cap. Delgado (Águila 7, par izdo); Cap. G. Marín (Águila 5, solo); Cte Cruz (reserva); Cte. Márquez (Águila 4, perro); Cap. Verjano (locutor). Óscar Sanz (derecha) es uno de los miembros del equipo desde hace dos años.
El avión noble que se convirtió en ‘culopollo’
El C-101 es un reactor biplaza dotado de ala baja y un único motor. Su doble cabina en tándem con el asiento trasero sobreelevado responde a una configuración optimizada para la instrucción en vuelo, con la práctica totalidad de los mandos duplicados en ambas cabinas.
El avión tiene un tren de aterrizaje especialmente reforzado destinado a soportar los previsibles esfuerzos estructurales de la instrucción básica, y una cola alta que evita su daño en el caso de tomas con ángulo de ataque excesivo. Esta cola alta, situada por encima de la tobera, es el motivo por el que los pilotos españoles le ‘bautizaron’ cariñosamente como "Culopollo", un apelativo que se viralizó en el Ejército y entre los amantes de la aviación.
“Yo creo que para la mayoría de nosotros ‘Culopollo’ es más que una mera máquina. Todos los pilotos y mecánicos le tenemos mucho cariño, nos ha ‘enseñado’ mucho. Es una suerte de leyenda”, dice Sanz.
El C-101 voló por primera vez el 27 de julio de 1977 y entró en servicio con el Ejército del Aire español el 17 de marzo de 1980. La Patrulla Águila voló por primera vez el 4 de junio de 1985, compuesta por cinco aviones C-101.
De CASA a Airbus: el C-101 como despegue de la industria aeroespacial española
El C-101, desarrollado por Construcciones Aeronáuticas SA (CASA), representa un capítulo fundamental en la historia de lo que hoy es Airbus en España.
La idea que dio origen al desarrollo data de principios de los años setenta. El objetivo era buscar un sustituto para los T-33, T-6 y HA-200 Saeta, aviones de entrenamiento por entonces en servicio en distintas unidades del Ejército del Aire. “Con el C-101, CASA y España dieron el salto a verdadero diseñador y fabricante autónomo de aviones a reacción militares, ya que hasta entonces toda la fabricación se había centrado en modelos bajo licencia”, señala Ángel Sánchez, responsable de Patrimonio Histórico de Airbus en España.
En el desarrollo del avión, CASA colaboró con Messerschmitt-Bölkow-Blohm (MBB), de Alemania, y Northrop, de Estados Unidos. El diseño del C-101 enfatizó la simplicidad, la economía y la versatilidad. Su configuración modular siempre ha facilitado el mantenimiento y su adaptabilidad a los requisitos de entrenamiento en constante evolución mediante actualizaciones periódicas. “Estos principios de colaboración internacional y modularidad que incorporó el C-101 más tarde se convirtieron en señas de identidad de los grandes consorcios aeroespaciales europeos, como Airbus”, destaca Sánchez.
“El éxito del C-101 contribuyó al objetivo estratégico de España de reducir la dependencia de los equipos de defensa importados y fomentar la industria de defensa nacional, impulsando la creciente capacidad del país para diseñar y producir aviones militares complejos de forma autóctona”. Ángel Sánchez..
Del C-101 se fabricaron en CASA, hoy Airbus, en Getafe un total de 151 unidades, de las que 4 sirvieron de prototipos para su desarrollo, 88 fueron adquiridas por el Ejército del Aire español, y el resto se encuentra en servicio en las Fuerzas Aéreas de Chile, Jordania, y Honduras.
La despedida del C-101 en Aire25
El festival Aire 25 contará con la presencia de otros equipos acrobáticos europeos de renombre, como los Red Arrows del Reino Unido, la Patrouille de France y las Frecce Tricolori de Italia. Pero el plato fuerte será sin duda la exhibición de la Patrulla Águila.
Cuando el C-101 complete este último vuelo en Aire25, ¿qué pasará por la cabeza de Óscar Sanz en ese vuelo de despedida? “Seguro que alguno de los buenos momentos. Por ejemplo, cuando toda mi familia vino a verme a Albacete en el aniversario del Ala 14 o mi primera exhibición internacional en Air Power en Austria. Recuerdo mirar desde la cabina, en el aire, la cantidad de gente que estaba congregada para vernos y se me vuelve a poner la piel de gallina…Cuando vuelas no lo piensas, pero aterrizas y ves todo ese cariño, toda esa gente animándote, y sientes un tremendo orgullo de representar a tus fuerzas armadas y a tu país”.
El Ejército del Aire y del Espacio reemplazó el C-101 con el turbohélice Pilatus PC-21 como avión de entrenamiento básico en 2022. Mientras, el Hurjet de Turkish Aerospace Industries ha sido seleccionado para el entrenamiento de vuelo avanzado para aviones como el Eurofighter y F-18. Airbus lidera un consorcio español con planes para el montaje local del Hurjet y la integración de sistemas españoles en futuras remesas. La colaboración se formalizó con la firma de un Memorando de Entendimiento durante FEINDEF 2025, la Feria Internacional de Defensa y Seguridad que tuvo lugar en mayo de 2025 en Madrid.
